24 de Marzo de 2007 – 31 Años
En el día de hoy quiero rendir un homenaje a los desparecidos durante las sangrientas dictaduras militares que asolaron esta región, a los desaparecidos en Chile a manos del nefasto Pinochet y su trouppe bendecida por Henry Kissinger y la casa blanca; a mis compatriotas asesinados por el títere Bordaberry manejado por los militares Uruguayos que no merecen llamarse “Orientales”, a los casi 30.000 desaparecidos en la Argentina por la junta que gritaba goles en el Monumental para tapar los gritos de los torturados que estaban a pocas cuadras en la ESMA.
A todos ellos, todos inocentes porque el criterio en las sociedad “occidental y cristiana” que los asesinos decían defender, entiende que toda persona es inocente hasta que se le demuestre lo contrario en un juicio, un juicio que ninguno de los desaparecidos tuvo, por lo tanto son todos inocentes; quiero recordarlos a todos y exigir que no halla olvido y que el perdón sea potestad de cada uno de nosotros.
