viernes, enero 18, 2008

Desde Caracas Parte 2

Buenos días!!!! Les cuento algo más sobre esta bella ciudad de Caracas, cuna de Simón Bolívar:

Aquí parece la Argentina de los finales del 90, nadie habla bien de Chávez, sin embargo el tipo hace 9 años que es presidente y le quedan 5 años más…

…En general un personaje como Chávez no contiene grises en las opiniones de la gente, tanto a nivel internacional como en Venezuela, esto es, la gente lo odia o lo ama. Sin embargo yo he aprendido a lo largo de esta vida que el manejo Maniqueo de las cosas es el principal error que ha cometido el hombre a lo largo de la historia, las personas no somos absolutamente malas o absolutamente buenos, todos tenemos niveles de comportamiento, la mayoría de la gente hace acciones buenas y también malas. Por eso es que creo que a la gente hay que juzgarla por promedio entre las cosas buenas y las malas.

Volviendo a Chávez, obviamente existe una razón por la cual es presidente hace tanto tiempo, la gente lo a votado y yo paso del fraude, la ultima elección la perdió, si la base de su poder fuera fraudulenta ¿Por qué no haber hecho fraude también en la última elección?

Evidentemente, Chávez tiene algo, un gran carisma y mas allá que a muchos les pese yo creo que es uno de los personajes mas influyentes de las historia de finales del siglo XX. También creo esto de Fidel Castro, pero eso es otro tema.

Como suele suceder en todos los gobiernos democráticos (Saco a las dictaduras porque se anulan ellas mismas), Chávez a hecho cosas buenas y cosas malas. Lo mas importante es que Chávez ha sido el único presidente Venezolano que le ha dado algo a los pobres, no importa si es clientelismo, limosna, llámenlo “H”, les dio algo; cosa que ningún gobierno de Venezuela les ha dado. La clase política de Venezuela siempre vivió de espaldas a la clase baja del país, por eso a finales de los 90, la tensión creada por años de ignorancia hizo que un personaje como Hugo Chávez, lograra apoyo, en definitiva, Hugo Chávez es un producto de la forma de gobernar que tuvieron los políticos venezolanos durante la historia.

Un ejemplo de esto es algo que nos comento el encargado de seguridad del laboratorio en donde estamos trabajando: Hasta antes de Chávez, el Instituto de Seguridad Laboral tenia 15 inspectores para todo el país, nadie le daba importancia a la seguridad de los trabajadores, bueno, ahora la cosa ha cambiado, quizás en parte acompañando al mundo que ahora le da mucha importancia a esto, pero sin la voluntad política del gobierno, ningún empresario invertiría en seguridad porque le disminuye el margen.

Bueno los dejo, en otra oportunidad les hablare mal de Chávez, pero creo que es justo reconocer las cosas buenas, de todos.

miércoles, enero 16, 2008

Estoy En Venezuela

Hola a todos, les cuento que estoy en Caracas, la verdad es que la ciudad es pintoresca. A medida que pasen los dias les ire contado.
Ahorita (como dicen aca) les dejo un cuento que escribí mientras hacia tiempo en los aeropuertos, el cuento se basa en un viejo chiste, muy conocido.
Saludos Bolivarianos.

Cuento sobre un absurdo.

Volvía por la calle, oscura, pero al final de la cuadra se podía ver la luz de un farol de alumbrado público. El sabia que allí estaba el kiosco y que frente a el estaba la parada del 107. Aunque parezca extraño no sentía miedo, caminar por Villa Urquiza a las dos de la madrugada puede parecer peligroso, pero solo asusta la oscuridad; además el no tenia porque temer, estaba con un bajón anímico, hacia pocas horas que había sido dejado por la mujer que amaba. Ella le había planteado las cosas que una mujer le plantea a un hombre cuando no quiere saber nada con uno: “Necesito espacio”; “Sos demasiado bueno para mi” y un montón de estupideces mas, cosas que a uno no le interesan para nada.

A medida que se acercaba a la parada, empezó a sentir la necesidad de cambiar, sentía que no debía llorar por este amor, todo lo que se suponía. Quería olvidar rápidamente, empezar una nueva vida. Íntimamente había decidido no intentar nada mas con ella, no la llamaría, no gastaría lagrimas y segundos en poemas, regalos o mariachis para demostrarle todo lo que la amaba; simplemente dejaría que se fuera, el verdadero amor esta en esas cosas también, en saber cuando hay que tenderle un puente de plata al amor que ya no te quiere o al enemigo que huye, aunque generalmente se vayan juntos. (Frase perteneciente a Alejandro Dolina.)

A pocos metros de la parada del 107, vio que había una señorita esperando el mismo colectivo, a pesar de la oscuridad, la tenue luz del farol dejaban ver unos rasgos de belleza inconmensurable, de pronto sintió una necesidad muy grande de llegar rápidamente para poder verla mas de cerca.

Cuando estuvo en el lugar, se dio cuenta que la tenue luz no lo había engañado, la mujer era hermosa, vestía una pollera corta, color negro, blusa blanca, dejaba caer una hermosa cabellera color castaño y lacia sobre sus hombros. Por más loco que parezca empezó a sentir deseos de hablar con ella, pero, ¿Cómo empezar? Durante segundos que parecieron años pensó algo que decir, pero no se le ocurrió nada. La miro nuevamente esperando que ella coincidiera en el gesto para ver si eso le allanaba el camino, pero no, la casualidad no quiso que coincidieran; de todos modos el creyó ver un dejo de tristeza en su mirada, quizá ella también estaría sufriendo una pena de amor, pero decidió no pensar en ello ya que si así era significaría el fracaso de una posible conversación antes de que esta empezara.

Siguió pensando unos segundos mas, miro al cielo como buscando inspiración divina, pero solo vio el cartel de la parada que cruelmente decía “107 C. Universitaria – Eva Perón”…

… y entones tuvo certeza que eso era una señal de Dios, quizá allí estuviera la respuesta a sus ruegos, quizá de allí le viniera la inspiración, sonrió con un gesto cómplice al cielo, como diciendo “gracias” y se armo de coraje para decir la frase que había elegido, con la que esperaba iniciar la conversación con esa dama, con la que esperaba poder ahogar su pena, quizá, ambos ahogarían sus penas.

Bajo la mirada y esta vez coincidió con la de ella. “Otra señal” pensó, le sonrió.

Entonces le dijo:

-Disculpe, ¿hace mucho que espera?

- No, ayer era manzana...