lunes, noviembre 13, 2006

Llorones

Lamentablemente debemos asistir, una vez mas, a una de las comunes practicas del fútbol argentino, esta practica, por la cual los técnicos, jugadores, hinchas y dirigentes de los equipos que pierden atribuyen la culpa de la derrota a terribles conspiraciones en su contra perpetradas vaya a saber por quien, quizás, ampliando la idea del enorme “Negro” Fontanarrosa; en la CIA, además de existir “La Oficina Antiargentina”, existan además 20 sub oficinas “Anti Equipo de fútbol” las cuales trabajan de manera alternada para perjudicar a uno u otro.
Es que es tan gracioso escuchar a Pasarella pedir que se suspenda el campeonato que la única alternativa para poder soportar semejante estupidez por parte de quien fuera uno de los jugadores mas inteligentes que ha jugado en la Argentina es tomárselo a gracia. Porque digo esto, yo estoy de acuerdo en que el campeonato es una vergüenza, de eso no hay duda, en realidad los campeonatos Argentinos vienen siendo una vergüenza desde hace muchos años, creo yo que desde el año 1983, cuando en mitad del campeonato, y para salvar a River la AFA cambio el sistema de descenso directo y estableció los promedios (No lo escuche a Pasarella reclamar desde Italia, ni a nadie de River que se suspendiera el campeonato por vergonzoso)
El “modus operandi” de los creadores de terribles conspiraciones siempre es el mismo, llorar cuando el vergonzoso campeonato los perjudica y callarse la boca cuando los favorece, así, por ejemplo no recuerdo que Daniel Alberto se quejara después de los vergonzosos partidos (varios) por ultimas fechas entre Argentinos y River; tampoco lo recuerdo quejarse cuando en el año 1993 se suspendió el campeonato de diciembre y se siguieron las 4 ultimas fechas en febrero, lo cual favoreció a River en un campeonato parejo hasta ese momento.
Claro que el “Kaiser” no es el único que hace practica de esta forma de justificar su propia ineficiencia, todos los equipos han caído en esta práctica, no se salva nadie, el ya conocido cántico popular “Aunque la AFA no quiera...” (Me pregunto yo porque la AFA no iba querer) es genérico a todas la hinchadas. Los jugadores no se quedan atrás, se quejan de los arbitrajes cuando los perjudican pero se hacen los otarios cuando los favorecen, reclaman por goles que son productos de faltas inexistentes pero no se hacen cargo de que quizás marcaron mal al delantero. Los dirigentes son unos demagogos que gritan y patean puertas a los árbitros y cuando van a la AFA le besan la mano a “Don Julio”, quizás uno de los dirigentes mas llorones que he conocido haya sido Fernando Miele, que se canso de pregonar campañas “anti San Lorenzo” sin darse cuenta que el origen de todas las desgracias azulgranas eran los manejos delictivos que habían tenido el y sus colegas anteriores, el caso mas paradigmático fue el partido que por el campeonato 95 Velez le gano con gol del “Turu” Flores a San Lorenzo después que Castrilli no le cobrara un gol a Silas por presunto Off Side (Luego se comprobó que el “Santo Varón” estaba habilitado por.... 0,1 metros, o sea 10 cm...), lo que puso a Miele de la nuca y salio a decir a los cuatro vientos que “manos” extrañas no querían que San Lorenzo saliera campeón, finalmente San Lorenzo salio campeón, lo cual demostró que Miele era un llorón y que el Ciclón había perdido ese partido por uno de los motivos que tienen las derrotas, simplemente porque el rival jugo mejor, el otro motivo es porque la suerte no te acompaña.
Seguiremos en esta actitud “conspirativa” porque ya es carne en la idiosincrasia del hincha argentino, este año le toca al Rojo, el que viene es de River, la AFA le arreglo el campeonato a Racing (mi duda es el “porque” durante 35 años la AFA se olvido de la academia), los equipos chicos “no venden” por eso nunca Velez, Quilmes, Estudiantes, Newell’s, Central, Ferro, Argentinos, Chacarita salieron campeones, no venden, por eso Boca no estuvo mas de 10 años sin salir campeón, tampoco River por 20 años etc etc.
Daniel querido, mejor hace autocrítica, mira los partidos en que perdiste puntos insólitos (Colon, Belgrano), que ni vos ni nadie tiene autoridad para tirar la primera piedra.

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