Carta abierta a los asambleistas de Gualeyguaychú

Estimados: Soy un Oriental que vive en la Argentina y además soy Artiguista y como tal estoy en contra de la instalación de las pasteras, no solo por la contaminación sino también porque el monocultivo de eucalipto ha destruido a los pequeños chacreros local del litoral uruguayo que en mi opinión, es fuente de trabajo y de descentralización que el Uruguay necesita. A pesar de esto debo expresar mi no apoyo a su lucha ya que como le he dicho soy Oriental y Artiguista y ante todo creo en la democracia, la libertad y la justicia. En la carta que ustedes le dieron al presidente Kirchner lo instan al dialogo y que se considere a Uruguay como un "país agresor si no se tuvieran los resultados deseados", hermanos, esto no es dialogo, cuando uno dialoga debe saber que se debe llegar a una concertación y una concertación presupone que ambas partes deben ceder algo, no se puede dialogar y quedarse con todo, en un dialogo, algo hay que ceder, si no hay dialogo si no que se impone a la otra parte por la fuerza una resolución y esto último no es democrático.
Lo mismo sucede con el tema de la justicia, si uno decide que un tercero arbitre (en este caso La Haya) debe someterse a su resolución, no es democrático someterse solo si nos dan la razón y desconocer el arbitrio si nos fallan en contra, por que en ese caso, no deberíamos haber aceptado el arbitraje.
Yo se que en este caso todos hemos sido engañados especialmente por el gobierno de la Argentina y que a ustedes se les prometieron cosas que todos sabíamos eran imposibles de lograr, pero la intransigencia en este caso solo deja un camino y ese camino es la violencia y la violencia entre países hermanos como lo son la Argentina y el Uruguay no es posible porque es un mal negocio para todos.
Les mando un gran abrazo y espero que este conflicto se resuelva de la mejor manera para todos.